El proceso de pruebas, ajustes y balanceo, mejor conocido como TAB por sus siglas en inglés, consiste en el proceso de revisión y ajuste de los componentes del sistema HVAC para asegurarnos que cumpla con los parámetros de diseño. Esto incluye:
- Balanceo de la distribución de aire y agua
- Ajuste del sistema para verificar flujos totales
- Revisiones eléctricas
- Verificación del desempeño cuantitativo de los equipos
Entre las ventajas del TAB se suelen citar:
- El proveer al cliente con documentación completa y confiable sobre el sistema HVAC y su desempeño.
- El proveer mediciones cuantitativas que pueden ser verificadas.
Pero las ventajas de un TAB correctamente planificado y realizado pueden ser mayores.
TAB durante el diseño
Recientemente platicaba con un compañero del ramo sobre un proyecto en dónde no conseguían que el sistema operara de acuerdo a diseño. Me comentaba que el problema recaía en que el diseñador no había considerado todas las válvulas necesarias para el balanceo del sistema, y ahora les tocaba a ellos explicar por qué se debía incrementar el presupuesto.
En realidad, estos incrementos en el presupuesto durante la construcción, son algo familiar para muchos desarrolladores. En otra ocasión hablaremos de como el proceso de comisionamiento nos puede ayudar a evitarlos, por ahora me enfocaré en como el TAB ayuda a reducir aditivas y ordenes de cambio para el sistema HVAC.
Relacionado con la reducción de aditivas, tenemos una de las partes más beneficiosas del TAB, y es que si incluimos este proceso desde el diseño, nos proporcionará una revisión adicional a nuestra ingeniería. El contratista del TAB verificará en esta etapa que el sistema pueda ser balanceado, revisará que se estén contemplando las compuertas y válvulas necesarias, que estas estén estratégicamente ubicadas, y que se cuente con acceso al equipo para poder realizar mediciones. El contratista TAB también nos podrá asesorar sobre las mediciones más relevantes para un adecuado monitoreo del sistema.
TAB durante la construcción
Hacia el final de la etapa de construcción se realizan las mediciones cuantitativas para verificar el desempeño del sistema HVAC. Es importante recordar que el proceso de pruebas, ajustes y balanceo se realiza por sistema, no por área, esto quiere decir que para realizar las mediciones necesitamos que el sistema completo esté instalado y operando.
Entre las mediciones que se realizan están las revisiones de flujos de aire y agua, verificaciones del funcionamiento de ventiladores, bombas y demás componentes del sistema, revisión de parámetros eléctricos, ajuste de válvulas y compuertas de balanceo, revisión de la presurización de los espacios, revisión del sistema de control. El objetivo de estas mediciones, es poder detectar variaciones en la operación del sistema y realizar los ajustes necesarios para que pueda operar conforme a diseño.
Un ejemplo claro de no implementar un proceso de TAB lo podemos ver en algunas oficinas, en dónde hay un lugar cuya temperatura es más fría o más caliente al resto del espacio. En el verano lo podemos identificar fácilmente, porque es el espacio en el que las personas suelen llevar suéter mientras que el resto de sus compañeros está en manga corta. Una mala distribución del flujo del aire es la causa más probable de este problema, el cual no solo afectará el confort de las personas, sino que incrementará el consumo de energía del sistema. Los ocupantes de los demás espacios tenderán a bajar la temperatura del termostato para compensar la falta de aire frio en el resto de los espacios.
Principales beneficios del TAB
No es de extrañar que entre los beneficios del TAB se cite la mejora en el bienestar y salud de los ocupantes, la eficiencia energética, la mejora en la operación del edificio, una mayor durabilidad del sistema – después de todo si un sistema funciona tal como fue diseñado su durabilidad tiende a aumentar -, y la presencia de un reporte escrito con los parámetros reales de operación del sistema.
El TAB no es solo un proceso más en la instalación de un sistema HVAC, necesitamos concientizarnos sobre todos sus beneficios asociados. Y sobre todo darnos cuenta que la única manera que tenemos para verificar que un sistema está operando al 100%, es haciendo mediciones cuantitativas de su desempeño.
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